Tras la depilación, la piel puede presentar inflamación, granitos, rojeces, vellos enquistados, sequedad o incluso poros infectados. Además, está especialemente sensible porque la película protectora natural que la protege ha desaparecido, ya se opte por la cuchilla, la cera, el láser u otras fórmulas depilatorias.
Es evidente que suena peor de lo que es, porque quitar el vello es un proceso cotidiano que no suele conllevar riesgos elevados. Pero seguir una serie de consejos en forma de cuidados para la piel hará que esta, además de sin vello, luzca hidratada y sana.
Cuidados para la piel tras la depilación
Ducha de agua fría
Al estar la piel más vulenarable, lo ideal es hacer que los poros se cierren tras la depilación. ¿Cómo? Bastará con una ducha de agua fría por la zona depilada, o por pasar un cubito de hielo que, además de esta función, tendrá un efecto calmante. Un método sencillo y básico dentro de los cuidados para la piel.
Hidratar para proteger
Es conveniente usar una crema hidratante para proteger la piel, que está más sensible de lo habitual. Eso sí, se recomienda que esta sea suave y que presente una hidratación duradera. Para estimular la reactivación de defensas, también hay cremas reparadoras especialmente indicadas en los cuidados para la piel.
Productos especiales para pieles sensibles
Las pieles sensibles necesitan un extra de protección. La depilación misma ya debe implicar un proceso diferente, pero también la postdepilación. En las axilas, por ejemplo, conviene usar un desodorante especial que no tenga alcohol, un compuesto orgánico que no se recomienda en ninguna otra zona recién depilada.
No exposición al sol
Si ya de por sí el sol puede tener efectos nocivos en una piel que no está protegida como es debido, más aún en una zona recién depilada. Para prevenir daños de calado, mejor no exponerse directamente hasta que no pasen dos días. Se necesitará más tiempo si se ha optado por el láser.